
Centré mi vida en la confianza, en la gratitud y en la alabanza, al que me amó desde siempre y me ama tal como soy

El 21 de junio de 2021, la Familia Josefina nos vestimos de fiesta y acudimos con alegría y gratitud al Banquete de Bodas de Oro, invitad@s por Mari Carmen y su Comunidad de Uspha Uspha, de Cochabamba.
Dejamos que Maricarmen misma nos comparta lo que significa celebrar esta fecha con esta Eucaristía virtual, con tantas personas que compartimos con ella alegrías y esperanzas en el caminar para hacer realidad el sueño de Jesús “He venido para que tengan vida y vida en abundancia. (Jn 10,10).
“Me alegra mucho celebrar mis bodas de oro de consagración religiosa con ustedes, familia josefina, amistades y familiares.

Mi vocación nació en mi hogar. Mis padres eran los dos únicos maestros de mi pueblo y hacían de todo: Catequistas – enfermeros – conciliadores en los conflictos – promotores de solidaridad con los más necesitados. Mi proyecto de Vida Religiosa se cimentó en los valores vividos en mi familia.
Conocí la Vida Religiosa desde mi niñez, porque la madrina de mi mamá era su tía, Hermanita de los Ancianos Desamparados. Cada año en la cosecha de la papa venían dos hermanitas a hacer colecta para el sustento del Asilo que hay en nuestra zona, y se quedaban una semana en nuestra casa. La maestra, mi madre, nos enviaba por grupos a las niñas de la escuela para ayudarlas a cargar los donativos.
Conocí la vocación misionera en la escuela, porque mis padres estaban inscritos a las revistas Mundo Negro y Aguiluchos, de los Misioneros Combonianos.

Los años 70, post Vaticano II, fueron complicado para identificarme con el proyecto de Vida Religiosa. De hecho, varias de mis compañeras fueron retirándose de la Congregación.

¿Cómo puedo estar segura de que voy a ser fiel a este compromiso para siempre?
En ese tiempo el Señor me regaló una profunda vivencia:” Yo te elegí – Yo soy el fiel para siempre”.
Entonces dejé de preguntarme por mi fidelidad y centré mi vida en la confianza, en la gratitud y en la alabanza, al que me amó desde siempre y me ama tal como soy. ESTA ES MI ESPIRITUALIDAD.

Agradezco mucho a cada una de las Comunidades Taller en las que he vivido. En las distintas etapas de mi trayectoria reconozco que todo lo he vivido como proyecto común.
Considero admirable y desafiante el proceso congregacional que he vivido desde que ingresé hasta hoy, por los pasos de fidelidad al Carisma que hemos ido dando para dignificar y empoderar a mujeres y comunidades vulnerables.

POR ESO, DOY INFINITAS GRACIAS A NUESTRO DIOS DE LA VIDA POR SU LLAMADA AL SEGUIMIENTO DE JESÚS EN SU OPCIÓN POR EL REINO EN EL PROYECTO DE LA CONGREGACIÓN SIERVAS DE SAN JOSÉ
Les invito a ver algo de mí caminar en la Misión de Chiriaco.