5 de abril

Reimaginar espacios para el carisma, e sinodalidad, comprometidas con la realidad emergente

Pasó una mañana, pasó una tarde y transcurrió el primer día de trabajo. Al iniciarlo esta mañana aún se respiraba en el grupo el ambiente caldeado por la Ruah en los dos días de oración.

Tras la oración inicial, orientada por las hermanas de la Zona África, Lillian Ocenar, presidenta de la Asamblea capitular, presenta el plan de trabajo para estos días. A continuación hacemos una lectura del documento “Organización y funcionamiento de la Asamblea final del Capítulo” preparado por el Equipo General que, después de algunas aclaraciones, es aprobado.

El trabajo de la mañana consiste en la elección de los servicios que se requieren para el buen funcionamiento de la asamblea. Recaen en las siguientes hermanas:

Escrutadoras: Jennifer Uy e Irene Mwepu.

Moderadoras: María Álvarez y Magdalena Albertos.

Comisión coordinadora: Lillian Ocenar, que la preside por derecho, María Álvarez y Magdalena Albertos por ser moderadoras y Yolanda Pugal es elegida y completa el grupo.

Secretaria: Elvira Ramos.

Redactoras: Raquel Buiza y Ligia Villoria.

Agradecemos la disponibilidad de todas ellas para estos servicios.

 

En esta fase también están colaborando en distintos servicios las siguientes hermanas:

Secretaria auxiliar: Ángeles Garví

Equipo de comunicación: Carmen Soto y Mª José Rodríguez

Traductoras: Concepción García-Valdecasas (al francés) y Alicia Blanquisco (al inglés,  online)

 

El trabajo de la tarde consiste en la presentación de:

  • El Informe sobre la vida y misión de la Congregación por parte de Ana María Ferradas, secretaria general, en el que se hace memoria de la animación y acompañamiento realizado por el Equipo general durante este sexenio, dando cuenta de la misión encomendada.
  • El Informe económico de la Congregación, que lo presentan María Paz Fernández, administradora general, y Raquel Buiza, miembro de la comisión general de economía. Nos recuerdan con palabras del Papa Francisco que el carisma fundacional, que se inscribe en la “lógica” del ser-don, sigue siendo el primer criterio de valoración de la administración de los bienes. Y, una vez más, nos hacemos conscientes de que la economía es un aspecto de la vida del que todas en la Congregación somos responsables y sobre el que estamos llamadas a discernir y tomar postura, como se nos insiste en nuestro Documento de Economía.

Lillian agradece al final la dedicación y el trabajo intenso de todas las comisiones de ámbito general durante los últimos seis años.

Terminamos una tarde intensa de trabajo agradecidas por el caminar en fidelidad de la Congregación, entre luces y sombras, y por la entrega generosa de tantas Siervas de san José y laicas/os haciendo camino en comunión y forjando Reino entre las mujeres y hombres de nuestro tiempo.