Grupo de Bodas de oro, Siervas de san José 2022

Grupo de Bodas de oro, Siervas de san José 2022

Salamanca 11 de junio del 2022

 

Querida Familia Josefina :

Por las comunicaciones informales saben por dónde andamos, pero esta vez nuestra comunicación, intenta compartir con ustedes lo vivido en este primer tramo del camino.

Llegamos a Salamanca el 31 de mayo y el día 1 de junio iniciamos el itinerario que Juana María y Mariana habían diseñado para compartir este tiempo con nosotras, muy fundamentado en el itinerario formativo, que señala como punto de partida la situación de las personas. Somos el grupo de “Bodas de Oro”.

Desde nuestra oración inicial, el día 1, hemos tenido muy presentes al resto de hermanas que, por diversas circunstancias, no han podido unirse a nuestro grupo. Sus nombres siguen estando presentes, junto a los nuestros, en la capilla de la Casa de Espiritualidad

Fue muy agradable una salida por Salamanca con Sonia González que, como salmantina, disfrutó recorriendo esta ciudad que refleja tanta belleza. La ciudad se asienta sobre varias colinas junto al río Tormes. Su casco antiguo fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1988. Es una de las ciudades universitarias más importantes de España y abastece el 16% del mercado español de la enseñanza de la lengua española.

Para nosotras, Siervas de San José, Salamanca es un lugar sagrado en todos los sentidos, porque nos une a nuestros orígenes congregacionales.

De ahí que comenzamos retomando nuestra vida al unísono de la singularidad de las vidas de Bonifacia y Francisco.

Acogimos este proceso decididas a pasar un tiempo de tejer juntas un retal existencial. Ciertamente nuestra vida está hecha de pequeños y grandes momentos, como nos decía Carmen Soto. La vida no es lineal, tiene sus reveses, sus entresijos y su mucho de misterio. Constatamos a través de nuestro compartir que la sabiduría ganada ha tenido que ver con la capacidad de disfrutar con nuestra vocación, con la alegría de vivir en los diferentes servicios y proyectos; sin obviar las sombras, manifestadas a lo largo de los años. Las decisiones realizadas en momentos diferentes, nos han permitido trascender, incluso, nuestras propias limitaciones. El camino de crecimiento y maduración continúa hoy desafiando nuestra edad y contexto. Ha sido un espacio muy rico. En este sentido, hemos experimentado que el compartir la vida ha tenido como soporte el ambiente de calidez humana y la acogida a la tierra sagrada que somos cada una.

Así mismo, Adela de Cáceres nos ayudó a centrarnos en clave de carisma, mientras recorríamos con ella los lugares entrañables de nuestra querida Bonifacia, fue haciendo memoria de nuestra fundación, los lugares en donde vivió nuestra fundadora. La Clerecía y su historia apasionante de encuentros y despedidas. La Compañía de Jesús y los avatares que les tocó vivir. Muchos sentimientos flotaban en el ambiente. En seguida, Zamora, otro lugar inspirador, en el que nos acompañó Valle Sebastián en un recorrido largo. Hemos disfrutado en todas las comunidades, las hermanas de las comunidades taller nos acogieron con mucho cariño. En la casa de Santa Teresa una conmovedora oración con las hermanas. El día 6 tuvimos una eucaristía hermosa en la capilla de Almarza.

En un segundo momento hemos compartido nuestras presencias alegrándonos con la vida que fluye en cada realidad y disfrutando la riqueza de la diversidad y del compartir generoso de cada grupo. Aún nos falta algo más, porque vamos intercalando las actividades.

Apreciamos el valor de este encuentro de “Bodas de oro”. El ambiente entre nosotras es muy bueno. Tratamos de aprovechar este espacio al máximo, disfrutamos cada oportunidad que se nos ofrece para ser felices y reorientar una vez más al sueño de continuar entregando la vida por lo inestimable, nuestra llamada a permanecer en fidelidad activa a la vivencia del carisma. Aunque los años avanzan, renunciamos al conformismo y a la pasividad.

A continuación, iniciamos otra etapa “vivimos el carisma en sinodalidad”, compartiendo con toda la congregación la experiencia de la Cumbre, la primera fase del capítulo general, en ello estamos. La liturgia diaria es muy vivencial y nos sitúa el día con dinamismo.

Somos conscientes de que el tiempo se va y no regresa, por eso vivimos todo con sentido de fiesta y agradecimiento.

“Me gusta el olor que tiene la mañana

Me gusta el primer traguito de café

Sentir como el sol se asoma a mi ventana

Y me llena la mirada de un hermoso amanecer”

(canción “Esta vida”)

 

Con cariño,

Bertha Jaramillo,  Lucrecia Aliaga,    Lola Martín, Teresa Maldonado,  Carmen G. Calleja,  Pilar Ruiz, Matilde Fernández,    Adelina Grau,    Ana Arce,  Magdalena Conde,   Teresa Rubido, Expectación Hidalgo, Juana Mª Medina,  Mariana Maqueda.