Mensaje de Ana Isabel Ángel en el grupo de Whatsapp «Redssj»
Queridas hermanas. Hoy, Erlin y Ana Isabel estamos celebrando los nueve dias desde la muerte de nuestras hermanas Yolanda e Immaculee. Ayer en Congo las hermanas pudieron dar sepultura a Immaculee. Bendito sea Dios. Yolanda todavia sigue en la morgue del hospital en Lubumbashi en espera de la orden para la cremation. Como era extrangera no residente, necesita mucho papeleo.
Esto ha sido y sigue siendo in golpe muy duro y muy dificil para todas nosotras Siervas de San Jose. Sin ustedes hermanas, sin su cercania apoyo y cariño fraterno no hubieramos podido enfrentar semejante perdida inesperada. Con ustedes y por ustedes estamos viviendo una experiencia que nos habla de fraternidad, de Fe y de mucha esperanza en este moment de incertidumbre, de temor y de muerte que existe en el mundo por la amenaza del virus que sigue cobrando muchas vidas humanas. Una vez mas, confirma el sentido de nuestro ser de Siervas de San Jose en el mundo. Solo quisieramos, como CT de Solwezi Zambia expresar nuestro profundo agradecimiento por su tan bonita, sentida y sencilla cercania y oracion que nos da luz y fuerza para volver nuestra mirada al Dios de la Vida y trascender, porque esto no se puede entender de otra manera. Es El Señor, esta aqui y quiere hablarnos. A Los tres dias de oscuridad y de lucha por entender esta realidad, me encontre con El sacerdote joven que iba conduciendo el auto del accidente. El intento regresarse cuando me vio. Yo me acerque a el y le dije, » padre, esto fue un accidente. Me abrazo y solo me dijo » thank you sister, sorry». Estuvo encerrado en su cuarto por tres dias sin hablar. Lo invitamos a rezar las visperas con nosotras y acepto. Fue una oracion muy sentida y desde el corazon. Compartimos con el la cena donde hablo de ciertos detalles del accidente con mucho dolor y esfuerzo. Ya Ayer pudo volver a celebrar la Eucaristia en la parroquia.
Hermanas, hoy a Los nueve dias de la ausencia de nuestras hermanas, sentimos su presencia alentadora, ellas ya nos estan ayudando a superar y a vivirlo desde la Fe como ellas lo hubieran vivido tambien. En medio de tanto desconcierto y dolor, nunca nos sentimos solas. Constantes mensajes de oracion por parte de ustedes todas y la oportunidad de conocer la cultura de la gente de este lugar que nos acoge y en donde Dios quiso traernos para sembrar una semillita mas de nuestro carisma josefino. No estuvimos solas en ningun momento. Nuestra casa constantemente llena de gente rezando, cantando y llorando en sus ritos a nuestras hermanas. Al frente de la casa prendieron fuego para mitigar el frio y continuar sus ritos propios de su manera de despedir a sus muertos. Los niños llorando nos decian «Imma era nuestra profesora de frances».
El Viernes 20 de Marzo tuvimos la Eucaristia de cuerpos presente celebrada por el Obispo quien sigue sin entender la realidad que nos sorprendio dolorosamente a todas y todos.
Despues de la Misa la gente paso toda la noche acompañando, orando, llorando y despidiendo a nuestras hermanas frente a sus ataudes hasta las seis de la mañana del dia siguiente que las trasladamos al Congo. En la frontera, hicimos entrega de sus cuerpos a las hermanas del Congo que vinieron a recibirlas en medio del profundo dolor que nos invade a todas, acompañadas por un sacerdote familia de Imma. Alli, mientras haciamos los papeleos, la gente de Zambia las despedian cantando hasta que desaparecieron los autos que Las llevaban. Luego nos acompaño en la casa una hermana de la congregacion de Santa Teresita del Niño Jesus, delegada por su superiora regional. Ha sido mas que una hermana religiosa, para nosotras, ha sido una hermana de sangre, como ella misma lo expresa constantemente. Ya hoy a los nueve dias la despedimos con alegria y profundo agradecimiento. Es El momento de acompañarnos las dos juntas Erlin y yo con nuestra fuerte fraternidad. Una para la otra. Erlin y Ana Isabel.
Gracias, una vez mas hermanas por ser nuestro apoyo fuerte. Seguimos la comunidad Erlin y Ana Isabel, unidas orando por ellas y por la tragedia del corona-virus que vivimos con nuestro mundo sabiendo que Dios es nuestra fuerza, nuestra alegria y la unica esperanza de vida que tenemos todos en este momento. Desde nuestra comunidad-taller Solwezi, Erlin y yo, decimos MUCHAS GRACIAS.