Nuestra Historia

una vocación para cambiar el mundo

Todo comenzó en un taller de Salamanca en 1874…

Un grupo de mujeres lideradas por Bonifacia Rodríguez de Castro y acompañadas por Francisco Javier Butinyà i Hospital, jesuita,  se arriesgaron a construir un proyecto novedoso: impulsar un taller de producción y empezar a tejer sueños de dignidad para las mujeres sin trabajo.

 

Como seguidoras de Jesús en Nazaret fueron construyendo la urdimbre de una experiencia de fe que daba sentido a su proyecto y encontraron la fuerza creadora para fortalecer su esperanza y dar cauce al sentido de su vida haciendo del trabajo un medio de promoción, dignificación y empoderamiento.

 

 

Las siervas de san jose

Las Siervas de san José somos un grupo de mujeres consagradas que, centradas en el seguimiento de Jesús de Nazaret, vivimos una espiritualidad encarnada, profética y  transformadora, y una misión que se expresa en el compromiso con la promoción y evangelización del mundo trabajador pobre privilegiando el trabajo de dignificación de la mujer. 

Laic@s Josefin@s

En la década de los ochenta, las Siervas de San José invitaron a mujeres y hombres de todo el mundo a unirse al proyecto josefino, iniciando de este modo un camino de encuentros y complicidad, de relaciones y trabajo que ha ido reforzando nuestros lazos de familia y la fuerza de un sueño compartido.

Somos laicas/os Josefinas/os, llamadas/os a seguir a Jesús que ora y trabaja en Nazaret, identificándonos con su vida, valores y opciones. Compartimos la misión con las Siervas de San José, ya que participamos del mismo carisma, que nos compromete con la evangelización y promoción del mundo trabajador pobre, especialmente de la mujer. Realizamos nuestra misión a través de nuestro trabajo cotidiano y transformador, hermanado con la oración, teniendo como referente la Sagrada Familia en Nazaret y siguiendo el ejemplo de nuestros Fundadores.

laicos josefinos

La Familia Josefina Hoy

trabajando

Siervas de san José, Laic@s Josefin@s, asi como nuestra ONG Taller de Solidaridad creemos firmemente que otro mundo es posible y que nuestro proyecto puede ayudar a conseguirlo. Junto como muchas otras mujeres y varones que apoyan y comparten nuestros proyectos nos sentimos una familia que se construye desde lo cotidiano, en el trabajo y esfuerzo de cada día desde la fe y esperanza compartidas.

Lo hacemos desde 12 países y 5 continentes, a través de proyectos de humanización y dignificación, con una opción preferencial por las mujeres, desde una perspectiva de género y con una mirada global, ecológica y solidaria.