Sembramos derechos
¿Por qué la R. D. del Congo?
Más de una de cada diez personas que viven en zonas rurales de la RD del Congo sufren de hambre aguda. Esta falta de acceso a una alimentación adecuada, el bajo nivel de ingresos de la población, la dificultad de acceso a una educación gratuita y de calidad, una vulneración constante de los derechos de la población y en especial de los derechos de las mujeres, potenciado por los constantes conflictos armados que se viven en la República Democrática del Congo desde finales del siglo pasado, recoge la realidad a la que se enfrentan gran parte de sus más de 80 millones de habitantes.
Mujeres Luchadoras
Tener 8 hijos e hijas y sacar a tu familia adelante sola no es algo fácil, pero Ilunga Angele nunca se ha rendido. Su trabajo activo y constante ha permitido que tenga su propia huerta, que venda sus productos en el mercado y que pueda proveer a su familia de una alimentación variada y una vida digna. Entre las 210 personas de kabondo Dianda que participan en este proyecto hay otras mujeres como ella que tienen que enfrentar sus cargas familiares solas. Ilunga, al igual que las personas que forman parte comunidades campesinas, viven en situación de pobreza con unos altos índices de desnutrición, su familia al igual que muchas otras tan solo pueden hacer una o como mucho dos comidas al día. Esta situación de pobreza se ve acrecentada por el aislamiento al que les somete el mal estado de las carreteras y por la ausencia de infraestructuras básicas.
Trabajando hacia Hambre Cero
En línea con el Objetivo de Desarrollo Sostenible 2. “Hambre cero” de la Agenda de Desarrollo de Naciones Unidas y con la meta de generar oportunidades para la población campesina, apoyamos la creación y puesta en marcha de un Centro de Producción Agroecológica (PAE). Con este centro hemos contribuido a incrementar a través de métodos agroecológicos la producción de cultivos como la yuca, el maíz y la soja, a favorer la crianza de cerdos y aves de corral y hemos puesto en marcha una piscigranja. Se han establecido sistemas de riego, de suministro de energía y se ha construido un horno para producir los ladrillos con los que levantar los edificios de almacenamiento. Queremos seguir dando pasos que ofrezcan conocimientos, servicios financieros, mercados y oportunidades para la generación de valor añadido a estos productos.
Este proyecto me ayuda a apoyar a mis hijos e hijas en la escuela. Ahora trabajamos para comer bien, y quiero seguir trabajando y aprendiendo para poder progresar
Ilunga Angele