Los días 31 de agosto y 1 de septiembre de 2024 hemos celebrado la asamblea de la Zona de Centro-Levante, en Madrid-Casa Provincial, en la que hemos participado 32 hermanas de las distintas comunidades y María Álvarez, coordinadora provincial.
Hemos comenzado nuestro encuentro a las 10 de la mañana con la oración, que ha sido preparada por la comunidad de Hospitalet y que ha tenido como eje tres palabras clave: AGRADECER- CUIDAR- SOÑAR.
Con la palabra Agradecer, celebramos la vida con alegría y plenitud, sabiéndonos amadas.
Al igual que Bonifacia y Butiñá acogieron con generosidad la voluntad de Dios,
nosotras nos dispusimos a Acoger los Núcleos y Desafíos de nuestro Plan Estratégico 2023- 2026.
Las palabras de Bonifacia “Ser todas para todas” nos alientan para hacer nuestros los
desafíos que cada comunidad presenta y que se colocan junto al verbo Soñar.
A continuación, Sonia González, coordinadora de zona, nos da la bienvenida a la primera Asamblea de este trienio con estas palabras:
“Hemos tenido unos días de descanso, de cargar pilas y ahora que la mayoría iniciamos la tarea que tenemos encomendada en la vida cotidiana, vamos a dedicar este día y medio a reflexionar, buscar juntas, convivir.
Ojalá sepamos hacerlo desde la escucha que se despoja
de ideas preconcebidas y con la esperanza puesta en que el Señor nos acompaña con ternura y firmeza a la vez, para dar respuesta a nuestro carisma en cada una de nuestras realidades, contando con nuestras fortalezas y debilidades y haciéndolo todo nuevo, a veces de modos insospechados”.
Después de recordarnos el objetivo de esta asamblea, nos presenta a Rosa Ruiz Aragoneses, Licenciada en Psicología, Doctora en Teología Sistemática, Máster en Cuidados Paliativos y directora de la revista “Humanizar”, que nos acompañó en este primer día. El título de su ponencia ha sido: “Espiritualidad del cuidado: Otro mundo es posible”
En un primer momento dialogamos sobre diferentes conceptos: economía, cuidar, interioridad y religiosidad, que nos han ayudado a aclarar el significado de dicha espiritualidad y nos la describe como un estilo de vida.
Nos sentimos impactadas por la imagen del Buen Samaritano, resaltando lo esencial que es sentirse vulnerable y el valor de la compasión.
El ser humano es un ser que necesita ser cuidado para seguir siendo lo que es. Definimos el cuidado como la actividad que comprende todo lo que hacemos para mantener, perpetuar y reparar nuestro mundo de manera que podamos vivir en él lo mejor posible.
Una comunidad se cuida cuando promueve relaciones personales, se dirige a las personas como un todo en todas sus dimensiones, desarrolla relaciones basadas en la calidez, la amabilidad y la ternura, se reconoce y se apoya en las fortalezas y capacidades de cada una, genera espacios y tiempos compartidos y dinámicas de pertenencia, reconoce el valor del cuidado…
A las 13.15 y hasta la hora de comer tenemos un espacio de reflexión personal para dejar asentar y asimilar lo expuesto. Invita a:
- Señalar dos cosas que nos parecen
- Dos necesidades importantes en las que creo que necesito
- Dos caminos en los que veo que necesito
- Un criterio de discernimiento parar cuidar y cuidarme
Comenzamos el trabajo de la tarde con la lectura de diversos mensajes del Equipo General, Provincial y de algunas comunidades, dando gracias a todas por seguir caminando desde El carisma recibido.
Se abre un espacio para compartir todo lo reflexionado personalmente. Nos reconocemos vulnerables, y descubrimos que podemos apoyar y ayudar. Tengamos la misión que tengamos el Espíritu Santo nos da el encargo de cuidar. Lo fundamental es cuidar a las personas.
Tras el descanso, Raquel Buiza, anima la dinámica para compartir cómo estamos viviendo la celebración de los 150 años de la Congregación. En grupos dialogamos sobre las siguientes preguntas:
1. ¿Qué sentimientos nos está dejando la celebración de este acontecimiento? Los más repetidos han sido: Alegría, agradecimiento, fidelidad, admiración Sentido de pertenencia e identidad
2. ¿Qué rasgos o valores hemos vivido durante este tiempo? Los más señalados han sido: actualidad del Carisma, esperanza, comunión, oración-trabajo, Nazaret. Amor, apoyo de la tecnología, que nos ha permitido acercarnos a las distintas celebraciones.
3. ¿A que nos hemos sentido llamadas? Vivir con gozo la realidad de la vulnerabilidad, acompañar en la transmisión del Carisma, fidelidad al Carisma y a los Fundadores, opción preferencial por
la mujer, avivar la pertenencia a la Congregación
Con las palabras elegidas, formamos el puzle del logo de este 150 aniversario.
Tras esa dinámica y para finalizar
la jornada, Ligia Villoria comparte la experiencia de voluntariado que ha vivido este verano
en Bolivia, colaborando con los proyectos que desde Taller de Solidaridad se llevan a cabo en los dos lugares en los que la Congregación está presente: Kami
y Ushpa Ushpa.
Tras la cena, hemos tenido un tiempo de descanso compartido en el que hemos visto juntas la película “Pan de limón con semillas de amapola” y hemos degustado los productos típicos que cada comunidad había traído.
El segundo día lo comenzamos con un recuerdo para las hermanas que no han podido acompañarnos y con la lectura de los mensajes que siguen llegando de las comunidades y con la oración preparada por la comunidad de Sant Vicenç, invocando al Espíritu Santo, que acoge nuestra vulnerabilidad y nos acompaña siempre. A través de la fábula “La cometa de Mateo”, reflexionamos sobre cómo cuidamos la vida, las comunidades y las personas con las que nos relacionamos, cuáles son
los hilos de resistencia que nos ayudan a ser fuertes resilientes y a mantenernos en el seguimiento de Jesús. Cada una de las cometas que han ambientado la oración es recogida por las coordinadoras para llevarla a las comunidades.
Sonia nos informa de los contenidos de la mañana, que van a ser fundamentalmente recibir diferentes informaciones de distintas Comisiones generales.
Hemos conectado, en primer lugar, con Elvira Ramos, que nos hablado sobre el trabajo realizado por la Comisión de Comunicación.
Seguidamente, María Álvarez ha hecho una presentación del trabajo de la Comisión General sobre la Organización de la Congregación y los pasos que vamos a seguir en las comunidades para continuarlo.
La tercera comunicación ha sido la de María de los Ángeles González, que ha presentado el trabajo de la comisión “Familia Josefina”.
Hemos terminado la Asamblea con la celebración de la Eucaristía, presidida por Pablo Veiga, en la que nos acompañaron las Hermanas del Equipo General que estaban en Madrid: Magda, Juana María y Yolanda. Tanto el momento de las peticiones como el del ofertorio, nos han ofrecido la posibilidad de agradecer y expresar lo que ha sido para nosotras la Asamblea y lo que nos llevamos a cada una de nuestras comunidades.
Almudena Prieto