Taller Madre Bonifacia en Cuba
La realidad de Santa Clara
Santa Clara es una pequeña urbe situada en el centro de la isla, en la que se acontecen los mismos problemas que en las grandes ciudades del país. Donde los servicios de educación y sanidad están mínimamente cubiertos pero son accesibles para toda la población. Personas que viven sumidas en situaciones de pobreza, pues aun siendo trabajadores y trabajadores los sueldos no llegan para cubrir las necesidades básicas de las familias. Sobre las mujeres recae la responsabilidad del sustento y la supervivencia de la familia, situación que se ve empeorada si tenemos en cuenta el alto número de abandono familiar en la zona por parte de los hombres y los altos niveles de violencia. No solo recae sobre ellas el sustento de sus hijas e hijos, sino también de sus padres, madres, tíos y tías, de toda una familia extensa, sobre las mujeres recae el peso del cuidado familiar, ya que los sueldos no son suficientes para la independencia familia.
Mujeres trabajadoras
En los talleres participan principalmente mujeres en situación de vulnerabilidad, con gran carga de responsabilidad familiar, en su mayoría sin estudios profesionales y condenadas a una situación de pobreza. Mujeres como Marisol, que gracias a su ingreso en los Talleres Productivos Madre Bonifacia ha aprendido un oficio y obtiene un salario justo por su trabajo, que le permite cubrir las necesidades de sus hijos e hijas y le proporciona independencia económica. Marisol, junto con otras mujeres, han creado un espacio de trabajo seguro y de cuidado, en el que pueden compartir sus experiencias personales.
Ampliación de los Talleres
Desde finales de 2018 Taller de Solidaridad ha comenzado a colaborar con los Talleres Productivos Madre Bonifacia, apoyando en la construcción y mantenimiento de un espacio de trabajo seguro y de calidad, que permita a las mujeres mantener a sus familias, formarse y elaborar productos artesanales con telas, cerámicas y madera, que se venden en la zona. Gracias a la colaboración de TdS se ha construido una nueva sala de trabajo, se han comprado moldes y materiales que no están disponibles en el país y se han adaptado las antiguas estructuras para crear un espacio de calidad, que tenga las comodidades suficientes para que las trabajadoras lleven a cabo su labor dentro de un espacio de calidad.
Nuestro Taller es un lugar muy especial donde estamos creciendo mucho, nos sentimos muy bien y contribuimos a la espiritualidad de las personas, además nos permite un salario humilde, pero seguro
Mujer de 43 años trabajadora del Taller